Entrevista a Alberto Breccia – parte 2/4
No Comments »Luccioni: ¡Cortínas!
Breccia: Exactamente Cortinas, Emilio Cortinas. Entonces Quinterno me llama y me encarga la continuación de Vito Nervio que era un personaje de mucho éxito entonces. Durante varias semanas dibujo yo y aparece la firma de Cortinas hasta que al final pongo mi firma como característica. Tengo que seguir el estilo de Cortínas al principio, después yo me voy desligando paulatinamente, para que el público no lo note. Es un personaje que tuvo mucho éxito y que aún ahora es un mito en la Argentina.
Luccioni: ¿Cómo fue cuando en los años 70 aparece un Vito Nervio canoso?
Breccia: Viejo, que dirige una escuela de detectives. Fue un intento de revivirlo, fue un fracaso. Vito Nervio era el joven detective, el protagonista de una historieta yanqui, transcurría en la Argentina (Buenos Aires). Cuando yo lo hacía, lo hacía porteño, lo hacía tomar mates, pero era el prototipo de historieta yanqui, con el ayudante negro, a la manera de Mandrake.
Peláez: ¿Qué entorno político-social está entonces en Argentina, recibe alguna influencia?
Breccia: Verás, con Quinterno no era ni violencia, ni amor, no podía haber amor en la historieta, y la violencia era una violencia inocente, de trompadas, de golpes y nada de política. Sí, eran personas sumamente higiénicas.
Luccioni: ¿En que momento comienza su admiración por Caniff?
Breccia: En esa época, porque descubro que Caniff era el modelo del historietista, en cuanto a técnica, bebo bastante de él. Después lo descarto, no me interesa.
Luccioni: ¿Por qué lo abandona?
Breccia: Porque me voy dando cuenta de que la historieta es otra cosa, y que no es la yanqui, la historieta yanqui es un producto: el dibujante hace un personaje, el sindicato lo toma, el mercado lo acepta como acepta determinada marca de jabón y ese jabón se tiene que mantener durante 40 años. La Historieta es otra cosa, no es eso, lo pensé entonces y lo sigo pensando.
Source : Fuga Historietas